Los Ratones
Los ratones o La asamblea de los ratones es un poema que encontré para un trabajo en literatura para mis hijos en nivel escolar de primaria.Como adaptación moderna hicieron un juego en un entorno virtual que retomaba el tema del poema. El resultado fue de lo más sorprendente, porque en esta versión el jugador hace de gato que intenta "conquistar" a los ratones y no hace más que caer en trampas y desdichas.
Para los que tienen curiosidad, está disponible de forma gratuita.
Lope de Vega
Monstruo de Naturaleza le llamó Miguel Cervantes, y no tengo del todo claro qué quería expresar con ello. Lope de Vega Carpio (1562-1635), nacio y fallecido en Madrid, España, el gran dramaturgo del Siglo de Oro español, fue sin duda un monstruo. No sólo producía en una gran masa volúmenes de sonetos, novelas, poemas y comedias, son sobre todo producía para las masas. Hoy en día sería probablemente un gran influencer.-------------
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La Asamblea de los Ratones Juntáronse los ratones para librarse del gato; y después de largo rato de disputas y opiniones, dijeron que acertarían en ponerle un cascabel, que andando el gato con él, librarse mejor podrían. Salió un ratón barbicano, colilargo, hociquirromo y encrespando el grueso lomo, dijo al senado romano, después de hablar culto un rato: - ¿Quién de todos ha de ser el que se atreva a poner ese cascabel al gato? |
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Análisis
Los ratones o La asamblea de los ratones es un
poema que se encuentra facilmente en internet en la rúbrica "poemas para
niños". Algo más sorprendente considerando que su interpretación es
escasa y poco rigurosa. Parece todavía fácil de entender que se trata de un caso de resolución de problemas como se puede leer en algún blog. Pero concluir sin más reflexión el poema afirma lo útil que son las "lluvias de ideas" y que para resolver un problema se requiere en primer lugar valor, no parece hacer justicia a este poema de una época tan compleja y comovida como la nuestra, si no más.
En primer lugar, cabe destacar que a lo largo del poema el problema no sería resuelto ni con el mayor valor y la mejor habilidad por poner un cascabel, ya que el problema no era oír al gato, sino liberarse de ello. El cascabel sería en el mejor caso un paso facilitador hacia la solución.
Tal vez se entiende mejor en clave de Félix María de Samaniega (1745-1801), nacido y fallecido en Laguardia, España quién escribió una fábula corta con el título El Congreso de los Ratones. Esto recuerda que el título del poema de Lope de Vega (1562-1635) se puede leer como Los Ratones o La Asamblea de Los Ratones.
Las fábulas de Samaniega son igualmente tratadas como cuentos para niños en el ciberespacio actual. Y aunque el oído moderno los percibe como un tema infantil, fueron originalmente escrito para el Seminario de Vergara como Fábulas Morales; es decir para adultos expertos en debates sobre la moral y la filosofía. En este punto merece la pena recordad que la fábula, tanto en prosa como en lírica es un género que se trasmitía sobre todo en forma oral, siempre aportando una moraleja sin hacerla explícita. En otras palabras, es posiblemente una de las formas más antíguas y sublimes de propaganda política que existe.
Deben su lonjevidad y su éxito en parte a que ...
- no señala a nadie directamente;
- no dice (de forma directa) lo que hay que hacer y lo que no;
- realmente no debe ser tomado en sería ya podría interpretarse como "cuento infantil"; y
- el autor (por lo general) no arriesga su vida al expresar su opinión, y que realmente no es más que unc cuento.
En este contexto no se debe olvidar que muchas fábulas se escribían en un ámbito de inquisición o estricta censura. Y en varios casos tenían un efecto bien distinto al intencionado, o por lo menos a la intención más obvia, muy similar a las memes en las redes sociales.
Volvemos a leer la fábula de Samaniega:
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| El Congreso de los Ratones Desde el gran Zapirón, el blanco y rubio, Que después de las aguas del diluvio Fue padre universal de todo gato, Ha sido Miauragato Quien más sangrientamente Persiguió a la infeliz ratona gente. Lo cierto es que, obligada De su persecución la desdichada, En Ratópolis tuvo su congreso. Propuso el elocuente Roequeso Echarle un cascabel, y de esa suerte Al ruido escaparían de la muerte. El proyecto aprobaron uno a uno, ¿Quién lo ha de ejecutar? eso ninguno. «Yo soy corto de vista. Yo muy viejo. Yo gotoso», decían. El concejo Se acabó como muchos en el mundo. Proponen un proyecto sin segundo: Lo aprueban: hacen otro. ¡Qué portento! Pero ¿la ejecución? Ahí está el cuento. |  Félix María de Samaniega (1745-1801) |
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Cambia el tono y sorprende hasta que punto se asemeja al poema de Lope de Vega. Aquí tiene todos los elementos de un congreso político, una asamblea de un pueblo en apuros. Si es verdad que salta a la lúz la crítica al mandamás, el Miauragato que domina por ser el más cruel, no por ser el más listo, apto y justo, se hace también transparente la debilidad del voto popular, de la actual crísis que vive la democrácia; la falta de voluntad para ejecutar un plan, más que la falta de acuerdo.
Aquí discrepo de la interpretación de Samaniega, quién veo como la verdadera fuenta para las interpretaciones actuales.
¿Realmente es solución una propuesta que nadie quiere llevar a cabo? ¿Podemos considerar una acuerdo unánime, si todos saben que nunca será realizado? La verdadera cuestión es, ¿cuántos ratones se habrá comido el gato mientras están debatiendo en las altas - o no tan altas - esferas?
En mi opinión el problema consiste en encontrar soluciones realistas, soluciones por cuya ejecución habrá que rendir cuentas. El problema no es poner cascabel, sino responder a la pregunta ¿qué hacer con el gato? ¿Deberían matarlo, encerrarlo? ¿Podría negociarse una tregua, una acuerdo? No es mi objetivo aquí de responder a esta cuestión sino animar al lector, de preguntar y repreguntar si la interpretación dada de una cuenta es la única y la mejor que puede encontrar.
Las fábulas, en principio no tenían el objetivo de deleitar al poblucho con la idea rápida que se equivocan los demás (los políticos), sino de inspirar a los que sabían leer entre líneas, que existen soluciones a los problemas cuando se hacen las preguntas adecuadas.
Para los que quieren profundizar algo más en las fábulas de Samaniega, dejo aquí una comparativa con las de Leonardo Da Vinci.
En este sentido deseo ¡una feliz semana!
[Autor: Dr. Tabea Hirzel]
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