Nirliit de Juliana Léveillé-Trudel

Reseña

Nirliit de Juliana Léveillé-Trudel cuenta la historia de una trabajadora social que pasa varios veranos en el árctico canadiense con la comunidad Inuit de Saluit, una población de 1400 habitantes en el borde nórdico de la región Nunavit. El libro comienza con un punto de vista desde el desarrollo, contrastando varios problemas prioritarios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que lucha aquella comunidad, entre otros: malnutrición, mortalidad infantil, violencia de género, falta de planificación familiar, pobreza, abandono escolar.

Entre líneas descubre el lector que la autora tampoco parece demasiado feliz en la gran urbe Québec en la que vive, ¿demasiado anónimo, demasiado hóstil? El libro llama la atención a los contrastes, los contrastes del paisaje árctico, tan hermoso y tan frío y vasto, el contraste de su gente, con corazón grande y excesos de violencia, pero sobre todo el contraste entre la crítica social y le propia ausencia de soluciones por parte de la autora.

Léveillé-Trudel nobra una y otra vez el caos familiar de los inuit, pero no sabemos nada de su propia familia. Con 36 años, no parece tener hijos. Denuncia la falta de alimentación saludable, cuándo es también extendido en comunidades canadienses y americanas. Sólo son algunos ejemplos, cómo se mide el desarrollo con dos barras de medir. 

Pero la autora nos recompensa en la segunda parte del libro. Presenta una de las formas más originales de describir las personas. Poco descubrimos sobre el aspecto físico de los habitantes, sus habilidades o sus mayores preocupaciones. Gran parte del relato torna alrededor de la manera que las personas eligen sus parejas para aventuras eróticas, sus amores y desamores, con los inevitables celos que nacen de ellos.

[Tabea Hirzel]

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"Le Nord est dur pour le coeur." 

 

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"El Norte es duro para el corazón.".

(Juliana Léveillé-Trudel, Nirliit.)

Sinópsis

 Salluit es una comunidad inuit al norte del vasto y gélido territorio de Nunavik, una región donde todo es demasiado hermoso o demasiado duro. Sus habitantes viven una realidad salpicada de violencia —una violencia cuyas principales víctimas son las mujeres—, alcoholismo, drogadicción, suicidio e incomprensión a la que los ha abocado el racismo institucional y la imposición de usos y costumbres occidentales. Una chica del sur que, como las ocas, viaja a menudo hasta Salluit le habla a Eva, su amiga del norte desaparecida; su cuerpo yace en el fondo del ordo, pero su espíritu está presente en todas partes. Juliana Léveillé-Trudel nos ofrece una historia de amor y de amistad bella y abrupta como la tundra.

Al igual que la protagonista, Juliana Léveillé-Trudel (Montreal, 1985) ha estado trabajando como educadora en la región de Nunavik del norte de Quebec. Escribe dramaturgia y fue fundadora del Théâtre de brousse. Nirliit, novela basada en su propia experiencia, es su primer libro y con él ganó el Premio Pantagruel en 2018.

 

Novela impresionista, conmovedora, poética e indignada. Sin duda, hay que leerla. —Radio Canada.

 

El tema es duro pero necesario y la historia está narrada con un estilo increíblemente hermoso. Una novela inolvidable. —Morgane Le Marchand, Librairies Fontaine (París).

 

Un lamento por el Polo Norte y sus habitantes narrado con una escritura potente.Un libro conmovedor y de gran pertinencia. —Le Devoir.

 

[Editorial Barrett] 

La Autora

Nacida en Montreal en 1985, Juliana Léveillé-Trudel escribe obras para el teátro y es fundadora del Théâtre de brousse. Desde 2011 trabaja como educadora en la región de Nunavik en el norte de Quebec. Nirliit es su primera novela.

Los ODS y sus controversias

En lo siguiente doy algunas pinceladas sobre los retos más grandes que enfrentan los Nunavut al respecto de los ODS. No son artículos a fondo, y son comentarios intencianadamente críticos. Quiero animaros a ver más allá de un tema de sostenibilidad y par de lemas. Las soluciones nunca se pueden imponer y deben ser más creativas y respetuosas. Esto no vale solo para el árctico, sino también para los retos que enfrentamos en nuestra propia región.

Tabea Hirzel

Salud y Mortalidad infantil

Juliana Léveillé-Trudel insiste mucho en la falta de control parental y lo precario que se crían los niños. La mortalidad infantil se menciona en varias ocasiones, pero en ningún momento se le da una contexto más completo.

Para iniciarse en el tema sugiero tomar en cuenta que gran parte de los problemas se causan por una malorientada "integración" de los inuit a la "vida moderna".

Según varias fuentes los Nunavut tienen una genética diferente y única comparada con el resto de los seres humanos. Esto les permite resistir mejor al frío y digerir mejor las grasas animales. En cambio, también les hace más propenses a la tuberculosis.

Artículo en la Vanguardia.

Coste de vida y malnutrición

A Léveillé-Trudel le escandalizó el precio de los alimentos en los supermercados. En cambio, los propios inuit consideran esto más bien un gesto reaccionario típoco para "altos cargos funcionarios de Toronto". Si comparamos datos, realmente se ve un coste más alto en la típoca cesta de compra de los urbanistas canadiensos comparado con la región de Nunavut. No obstante, este coste se compensa por un coste de alojamiento y transporte significativamente inferior. Sorprendentemente, tampoco se menciona el tema que los impuestos son más altos para los Nunavut, lo que pone un poco en duda todo el concepto de "desarrollo". Pero sería demasiado complejo entrar en más detalles. 

Como señalan los propios inuit, el coste no es tanto el problema.

El artículo de Gregory Furgala señala como la escolarización de los niños destruye los lazos familiares y la educación tradicional, tan necesaria para que los niños aprendan a cazar de forma tradicional, respetuosa con el medioambiente.

En resumen, el problema de la malnutrición y del coste de vida, lo asocia con una mala aplicación del derecho a la educación y una alimentación "moderna" impuesta por el estado que es contradictorio a la sostenibilidad medioambiental y el bienestar del árctico.

 

Puede leer el artículo completo aquí.

 

Abandono escolar

No se puede hablar del abandono escolar de los inuit, sin hablar de la historia de la escolarización de esta región. Sedentarismo obligado, secuestro estatal de sus hijos e internamiento forzado, cristianización impuesta y violenta, destrucción sistemática del conocimiento autóctono, estructuras familiares y el estilo de vida árctico, son algunos conceptos claros para una aproximación. En la actualidad existe un verdadero acercamiento hacia la reconciliación, especialmente por parte de los inuit, pero el camino es largo.

 

Uno de estos esfuerzos es la modernización de la escritura, para retomarla como algo propio de los inuit y, al mismo tiempo, integrarla mejor en el entorno internacional. 

 

Otro punto a mencionar es la dificultad de preparar una población tan aislada en un entorno tan diferente con una programación escolar adaptada a la vida urbana, sin tomar en cuenta, si los jóvenes podrán encontrar empleo o crear oportunidades de negocio en su región en las que aplicar este conocimiento.

 

Para leer más...

 

 Medioambiente

Cuando pensamos en el medioambiente árctico surgen dos controversias grandes; la caza de focas y ballenas y el cambio climático.

 

Existen todavía prejuicios, como que los inuit tengan permisos especiales para cazar. Esto es sólo una verdad a medias, o ni siquiera. Pero el mayor dilema lo ven los propios inuit. No se puede evitar mediante la legislación la caza furtiva industrial sin prohibir también la caza tradicional. La solución debe encontrarse mediante otros recursos.

 

Leer más aquí sobre la caza... 

 

El cambio climático no sólo se hace muy visible en el árctico, sino también sirve de excusa para imponer nuevas normas e ideas burocráticas desde las capitales lejanas. Una de estas ideas es cercar todos los animales para mejorar la calidad del agua...

Ideas del National Geographic... 

 

Otros ven la solución más en re-aprender prácticas tradicionales y aprovechar el conocimiento indígena.

 

Leer más aquí de la UICN...