Reseña
La vida es todo menos un plan perfecto. Y si tu vida es perfecta, tú eres el plan. Tu plan, ese deseo de
llegar a tus sueños…, se te puede conceder, pero no controlarás la manera, tendrás deseos incontrolados. ¿Merece la pena? ¿Lo harías sin poder controlar el camino? Deseos incontrolados cuenta la historia de unos amigos con unas ilusiones, unos sueños, que se verán cumplidos..., pero ¿con qué consecuencias? ¿No pensaron que los deseos de unos podrían ser pesadillas para otros?
Opinión
Deseos Incontrolados, el libro de José Manuel Conde Brañas, es una de estas narraciones que engancha porque tienen un lenguaje fácil, muchos diálogos con expresiones cotidianas, agradables y bien desarrollados.
Se me pasa por la mente Enid Blyton y Los Cinco, pero en versión adulta, como si Los Cinco tuvieran unos 10-15 años más. Y no, no hay un perro y tampoco chicas. Pero hay una cueva y ese ambiente de acampada y aventuras. El desarrollo meticuloso de los personajes deja al lector adentrarse en este grupito de hombres jóvenes, casi de forma clandestina. ¿Quién no pensó alguna vez que quisiera ser ratoncito en este o aquel otro grupo? El autor crea intimidad y complicidad a través de los personajes.
Conforme avanza la lectura, el libro se lee más lento. El lector se da cuenta que es uno de estos artistas que dicen más con lo que callan que con las ideas expresas. Pinceladas y notas al margen dejan surgir temas profundos y complejos de forma natural e inesperada. Así, por ejemplo, sirve un breve debate entre los jóvenes, sobre si es apropiado o no de dejar alguna marca dentro de una cueva natural, para sacar el tema de los rituales y los periodos vitales de transición desde los hombres de cueva hasta los pintarrajos de los enamorados en los árboles.
Y el tema en sí ya profundo se podría resumir con la siguiente cita de Otto Weiss:
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